Las barricas y el whisky
Como sabemos, el proceso de elaboración de whisky abarca los pasos de malteo y molienda de los granos, la maceración, la fermentación, la destilación del mosto y la posterior maduración, previa al embotellado.
La barrica es la principal protagonista de este último paso, llamado maduración o añejamiento. Si bien tradicionalmente se le decía añejamiento, es más adecuado hablar de maduración, ya que el destilado no sólo se está haciendo más “viejo”, sino que durante el proceso sufre una serie de transformaciones – intencionadas – que van más allá del mero paso del tiempo.